Sábado 22 de Noviembre
Nos quedamos despiertos hasta ver el poco de amanecer que hubo en Mount Ainslie. Decimos poco porque hasta el clima estaba tristísimo que nos fuéramos, cayo granizo y nevó en las montanas en vísperas del verano por una ola de frio de la antártica (y hay quienes no creen en el calentamiento global). Dormimos, empacamos y hacia las dos salimos hacia Sydney.
A este viaje se nos unió April una amiga de Estados Unidos.
Manchita estaba baja de aceite de motor y de hidráulico, así que duramos un tiempo consintiéndola. No mucho porque igual va a estar quieta en Sydney un mes en la casa de la amiga de Mauro donde están las maletas.
Día 41
Domingo 23 de noviembre
El nieto de manchita
En la mañana fuimos a los famosos Pady Markets. Muchos souvenirs y comida asiática para todos excepto Santi. En la tarde volamos a Cairns, la puerta norte de la Gran Barrera, y alquilamos un carro para manejar hasta Sydney. Después de pagar, lo recogimos en el parqueadero y nos dimos cuenta que era rojo y wagon como Manchita. Solo que con vidrios eléctricos, radio en el timón y luces automáticas que no juegan.
El calor, la humedad y las montanas hasta ahora se parecen al trópico colombiano: tanto que Mauro no se aguanto salir por la ventana y gritarles “Esta buena!!!...” como en Melgar.
Día 42
Lunes 24 de noviembre
UNA MINI COLOMBIA
Dejamos a Sara del Jesús para que terminara su curso de buceo en el muelle. Después de eso arrancamos por una carretera a la colombiana(llena de curvas y subiendo una montaña) para el “rain forest” australiano. Primero visitamos las Barron Falls, que estaban un poco secas por la temporada pero la vista era igualmente impresionante. Poco después empezamos a ver palos de mango alrededor de la carretera y paramos a comprar mango biche. Los vendedores nos miraron un poco extrañados y nos preguntaron si eso no nos daba diarrea o nos hacía sentir mal. Después de este intento fallido hicimos un recorrido por las montañas pasando cultivos de café, cultivos de caña y otras cuantas cosas que nos recordaban un poco a Colombia. Paramos en el Fig Curatin Tree, un árbol que invade a otro y manda raíces hasta el suelo haciéndolas ver como una cortina. En las montanas también había un lago en un cráter volcánico de agua azul cristalina, donde nadamos, caminamos y descansamos un rato.
Almorzamos , en un pueblo en el medio de la nada, deliciosas hamburguesas con salsa Fenix y gaseosas congeladas. En la tarde fuimos a tres cascadas, donde nuevamente Parrita hizo exhibicionismo, escandalizando a unas amarillas. Pero esta vez se agravo porque Santi, creyendo hablar en español le grito “remove the towel”.
Día 43
Martes 25 de noviembre
DEPORTE NACIONAL: PROCASTINAR
La mañana se nos fue manejando y el medio día en cuadrar los planes del resto de la semana. Pero en la tarde en Arla, el día se pago. Mauro se robo unos cuantos mangos biches de un árbol, que fuimos a comer a una playa paradisiaca, con dunas y brisa. De repente llegaron dos señoras y nos hicieron la conversa de la vida. Nos explicaron que el hijo se casaría en esa playa, con antorchas, flores. Luego nos contaron que el hermano fue un extra de la película Australia, y además nos dieron la locación.
Día 44, Miércoles 26 de noviembre
5 MESES ESPERANDO Y….
Cuando buceamos en Navy Pier, nos dijeron que ese sitio no le daba en los talones a Yongala en la Gran Barrera. Así que a eso nos apuntamos, pero, aunque fue increíble, preferimos Gorgona y Navy Pier. Vimos y cogimos serpientes de mar y toda la secuela de Nemo. Peses Payaso en anemonas, tortugas, tiburón nodriza, odontología subacuática,… Era un naufragio de hace 100 años, con los cuerpos de las personas todavía adentro, donde surgió un mini arrecife. Muchos colores y peces pequeños, pero nada comparado al muelle en la costa oeste. Además era un largo viaje en lancha, con intervalo de superficie en ella, y muchas olas. Santi marco el inicio del viaje y en su estado de desbalance, dejo caer 6 kilos de lastre en la línea (parece no hirieron a nadie) y el acido gástrico daño los motores de la lancha. Terminamos con un delicioso Bar BQ en el cual un ingles, que fue divemaster en Australia manifestó su anhelo de ir a Malpelo.
En la tarde visitamos Bowenwood, un pequeño pueblo no tan paradisiaco donde rodaron la película.
Día 45, Jueves 27 de noviembre
MAMÁ!! NO TE IMAGINAS LO QUE NOS PASO
Para jueves y viernes teníamos pensado visitar el archipiélago de las Withsundays en un tour backpacker. Llamamos a una compañía y preguntamos los detalles de su viaje, para compararlos con otra. Pero cuando llamamos otra vez, se había llenado el bote. Así que la única opción era irnos en un velero de 12 personas, y regresar en helicóptero. Solo por 40 dólares más!!!
Llegamos temprano al muelle, alquilamos el traje anti agua malas y conocimos al resto de compañeros de viaje. Una pareja austriaca, piloto y azafata de Jet Star, que han viajado por todo el mundo (y sorprendidos con las vacas que parecen camellos (cebu)); y una familia francesa que decidió vender todo en vísperas de la crisis mundial, y viajar por un año alrededor del mundo.
El dueño del velero era un italiano gordo como el Padrino, al cual se le venció la licencia de navegación el día anterior y tuvo que encontrar a alguien esa mañana. El nuevo capitán no era tan diestro y salimos del puerto empujados por el bote de emergencia. Izamos las velas y empezamos a navegar varias horas antes de nuestro primer snorkel. Hay muchos colores de peces y corales, pero todos muriéndose. Almorzamos unas deliciosas bruchetas y pasta al pesto.
En la tarde fuimos a una playa donde el mar nos daba en los tobillos hasta 100m adentro y careteamos y vimos tortugas. Al final nos cogió la corriente y en ella cientos de aguamalas por lo que el capitán nos rescato en el bote.
La noche la comida fue increíble. Barramundi al ajillo, pollo tuscani, ensalada de apio y champiñones, ensalada verde y ensalada de carne. Dormimos dentro del bote a la luz de las estrellas.
Día 46, Viernes 28 de Noviembre
VOLANDO ES MEJOR
Levantamos ancla a las 5am. Hicimos un snorkel donde vimos peces globo y langosta. Desayunamos croissants y muchas frutas, para luego navegar hasta Whiteheaven Beach, una playa de arena muy blanca y fina. Almorzamos sanduches con prosciuto, roast beef, quesos, verduras y esperamos a que nos recogiera el helicóptero. Esta fue la mejor parte porque vimos como el azul cristalino contrasta con la arena blanca. Larga despedida y manejamos hasta el cansancio.
Día 47, Sábado 29 de noviembre
OTRO DIA DE TRANSICION
Hoy manejamos casi 6 horas. Lo único interesante fue que íbamos comentando que en las carreteras colombianas uno para y se come un quesillo, pandeyuca, mazorca, postre y…. apareció una tienda de helados de macadamia hechos a mano!!! El de macadamia con jengibre y el de macadamia y chocolate blanco los favoritos.
En la tarde hicimos papeleos y vimos muchos videos sobre cómo manejar doble tracción en arena y según la marea.
Día 48, Domingo 30 de Noviembre
PARAISO SIN FIN
Madrugamos a las 5 para recoger la Land Rover. Tomo un tiempo acostumbrarse a que el encendido está al otro lado del timón y además se gira en sentido contrario; también los cambios se hacían con la mano izquierda y el clutch era larguísimo. Tomamos el ferry y en 40 minutos estábamos en Fraser Island, Patrimonio de la Humanidad y la mayor isla de arena del mundo.
Desembarcamos y empezamos el viaje en la montaña rusa de arena. Primero nos bañamos en el mejor lugar que se puedan imaginar. Lake Mckenzie tiene agua cristalina, playas de fina arena blanca y lo mejor de todo agua dulce. Luego en Lake Mayara rodamos las dunas de arena hasta terminar en el agua color esmeralda. Mauro gritaba como alucinando.
Cuando la marea bajo, pudimos ir a la autopista más hermosa del mundo. 75 millas de playa descubierta para andar a 80 kilómetros por hora. El único problema fue que Santi cogió confianza y se atrevió a manejar el carro manual. Casi no logra dominar el clutch para meter primera, ni entender la caja para engranar quinta. De hecho se metió a toda a Elly Creekj, al arroyo más grande y se entro toda el agua al carro y no veía nada en el parabrisas. Por fortuna esquivo el avión que ya había aterrizado.
Llegamos finalmente a Indian Head, un mirador rocoso a 60 metros de altura, donde se ve romper las olas del Pacifico. Pero lo mejor de todo es que el agua es tan cristalina que divisamos tortugas y rayas.
Manejamos pronto de regreso parea evitar la marea alta en Elly Creek. Pero una vez con el carro del otro lado pudimos bañarnos en el dejando que la corriente nos arrastrara. Acampamos bajo las estrellas, con el arruyo de la brisa del mar.
Día 49, Lunes 1 de Diciembre
Y SIN TURISTAS MEJOR
Madrugamos a las 4 y media para ver el amanecer (esto porque en Queensland no tienen day light saving y amanece muy temprano), trotecito mañanero a Elly Creek y a manejar antes que subiera la marea. Desayunamos viendo las goanas y luego nos dimos un baño ingles en un lago Bunamerra, caliente y con agua color té.
Luego estuvimos en Lake Boonowille, parecido a Lake Mckenzie pero sin turistas!! Santi se emociono y decidió inflar su aislante, pero con el calor se empezó a achichonar y menos mal abrió la valvula para que no explotara (parece que en este viaje el será el de activos depreciados (parece que dejo el reloj en el buceo)). Disfrutamos horas de la tranquilidad y luego manejamos a Central Station. Santi intento manejar en la trocha pero no pudo. Era tan difícil que Mauro y Parrita tenían que alimentar con viagra al Land Rover.
Almorzamos en el rainforest y salimos a coger el ferry. Un error en el mapa hizo que casi perdiéramos el barco, sino fuera por la acelerada que dio Mauro.
Devolvimos el carro y manejamos a Brisbane donde brújula Sara casi no encuentra su casa. Y era tan tarde que la familia nos dio alojamiento.
Día 50, Martes 2 de Diciembre
DIA DE MISERICORDIA
Sarita se quedo en el colegio y dejamos a April en el aeropuerto, así que de nuevo los tres manejamos a Noosa Heads. Como Miami, pero lo bueno es que no dejan construir edificios más altos que los arboles entonces es muy tranquilo. En Noosa NP intentamos hacer una caminata pero el cansancio de tres días madrugando (hoy hicimos el horario de los Andes) solo nos dio para sentarnos en las rocas a contemplar el mar y planear empresa y el 2009.
Decidimos almorzar hamburguesas en el BarBQ en Coolong y hacer siesta de mas de dos horas. En la comida otro BarBQ de pinchos de pollo, dormimos temprano y sin hora de levantada.
Día 51, Miércoles 3 de Diciembre
LA PIÑA QUE CAMBIO LA VIDA
Trotamos en la playa y jugamos en las olas. Nos bañamos como media hora y desayunamos huevitos por primera vez en una semana. Es la primera vez que salimos justo a la hora del check out del Caravan Park.
En el camino decidimos parar en la piña gigante. Una construcción de 10 metros en cuyo interior explican el increíble proceso de las piñas en latadas desde la cosecha. Delicioso jugo de piña fresco y ositos de jengibre. Nos gusto tanto que pasamos una vez mas a verla.
Manejamos a Surfers Paradise. Una ciudad llena de rascacielos e inmamables australianos borrachos, que lo único que sirvió es para confirmar la impresión de Mauro, que la tabla es un símbolo fálico. Es la corbata de los australianos. Eso si nos contagiamos del ambiente vacacional y compramos entradas para Wet´n´Wild.
En la tarde visitamos Springbrook NP. Patrimonio de la humanidad con muchas aves, cascadas y hasta arboles de la Antartica. Ahí acampamos en la noche.
Día 52, Jueves 4 de Diciembre
HUMEDO Y SALVAJE
Hoy todo el día estuvimos en Wet´n´Wild montándonos en todos los toboganes y atracciones. Tornado, Mach 5, Black Hole, Speed Racer. Muuuuuuuuuuy bueno
Día 53, Viernes 5 de Diciembre
ERA SOLO MANEJAR HASTA ANTES DE SYDNEY….
Temprano conocimos el faro de Byron Bay y el punto mas oriental de Australia Continental. Luego Mauro decidió entrar en la cultura de las tablas fálicas y le gustó, salvo que el océano le cobro el buff. Nos reunimos de nuevo con Sarita y planeábamos manejar 6 horas, dormir y seguir el sábado otro par de horas y relajados coger el avión a las tres de la tarde. Pero en la mitad del camino Sarita nos hizo caer en cuenta que Parrita estaba mal diciendo que salíamos a las 3 y que en cambio salíamos a las 10!!!
Así que cambio de planes y manejar como locos. Hasta pedimos Drive Thru para agilizar la comida. Pero Brujula Sara y Parrita decidieron darnos un paseo nocturno de una hora por el centro de la ciudad y no llevarnos a la casa de la amiga de Mauro a dormir. Así que se acabo este día y seguimos metidos en el carro, evadiendo peajes y pagando como motos hasta que decidan soltar el timón los nenes.
3500 kilómetros más para sumarle al odómetro.
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